Son doce los expositores: seis mujeres y seis hombres. Cuatro de ellos provienen del interior del país, seis son caraqueños y los dos restantes trabajan en el exterior: en París y Los Ángeles.
Sus proyectos confrontan discursos, revisan los problemas asociados a los lenguajes del arte, indagan en la naturaleza intimista del ser (la muerte y la trascendencia; la familia) y hurgan en el país. Sus proyectos participan en la 14ª edición del Premio Eugenio Mendoza. La exhibición se inaugura el domingo.
Las piezas fueron seleccionadas por un jurado que incluyó a Emiliano Valdés (curador del Museo de Arte Moderno de Medellín, Colombia), Gabriela Rangel (curador en jefe de la Americas Society, Nueva York), José Luis Blondet (curador de Los Ángeles County Museum of Art) y Magalí Arriola (curadora independiente radicada en México). Cada uno seleccionó a dos artistas; así la lista creadores se configuró con Eduardo Vargas Rico, Rosa Chávez, María Fabiana Zapata, Rosario Lezama, José Joaquín Figueroa, Rafael Serrano, Esmelyn Miranda, Paola Nava, Dianora Pérez, Samuel Yanes, Daniel Medina y Katiuska Angarita.
El ganador será anunciado el 26 de enero. Como reconocimiento realizará una residencia en el centro de investigación Lugar a Dudas en Colombia y tendrá una individual en 2018.
El libro dorado es la propuesta de Dianora Pérez. Indaga en los yacimientos ilegales en el estado Bolívar y las masacres que han ocurrido entre 2006 y 2016. La pieza se divide en tres partes: la muerte, la enumeración de yacimientos y las políticas gubernamentales. “El tema del dorado alude al color de la violencia, que para mí es la bala”, afirma.
Samuel Yanes participa con Arqueología poética de un distanciamiento, que sigue la línea de investigación de obras expuestas en el Maczul y Espacio Monitor: “Es presentar un gesto simbólico espacial, que se puede traducir en organizar la tierra de alguna forma en el espacio. Su carácter es pasajero”.
Katiuska Angarita reflexiona sobre los silencios en el Himno Nacional: “Es algo que ha venido sucediendo en el mundo: cómo nos volvemos cada vez más indiferentes y nos callamos lo más importante”.
Una obra de la serie Ficción postal es la apuesta de Daniel Medina. Su intención es la desestructuración de imágenes referenciales de la arquitectura caraqueña por medio de pliegues. “Se trata de alterar y trucar el sentido histórico para ver la mutabilidad que ha ocurrido en la ciudad a partir de la modernidad”, expresa.
Mapas inciertos. En la mezzanina se expone Correspondencias de ultramar #1. Es un proyecto que, con la curaduría de Patricia Hambrona y el patrocinio de la Embajada de España, relaciona el trabajo de un artista español y uno venezolano. Esta primera edición presenta a Alicia Kopf y Marco Montiel Soto. Una instalación tropical y dibujos que retratan la conquista definen la muestra. “Marco pervierte la idea de territorio y nos hace comprender que las cartografías son construcciones de nuestra sociedad que quizás no tienen una correspondencia real con el territorio. Alicia nos habla de la incertidumbre, las metas que uno alcanza y cómo la sociedad siempre exige más”, señala Hambrona.
Belleza imperfecta. Una tercera inauguración se llevará a cabo el domingo: Wabi-Sabi. La muestra, que se presentará en la librería, reúne el trabajo en cerámica de Cecilia Guevara, Marielisa Müller y Úrsula D’Amico. Lo orgánico, las líneas y texturas, el trabajo del color y las formas van descubriendo la imperfecta belleza de la arcilla.
Premio Eugenio Mendoza
Sala Mendoza, Unimet
Inauguración: domingo, 11:00 am
Entrada libre
Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/cultura/sala-mendoza-comienza-ano-con-potentes-propuestas_76494