Pensar en lo que significa un patrimonio es una de las tareas más arduas que nos ha tocado vivir. No es con exactitud el detenerse frente a un monumento que ya no está; en este país se trata de un todo que va desapareciendo: prácticas, recuerdos, costumbres, procedimientos, maneras de estar y de movilizarse en la ciudad, en ese contexto que también es el mundo. El sostenido desempeño de estas remociones llega a niveles tan complejos que en poco tiempo podemos ver cómo se esfuma la institución en la que se quiso trabajar, el café de las tardes, el edificio de gestiones estatales, las leyes, las políticas cambiarias, los períodos presidenciales, los canales de televisión, los anaqueles del supermercado, las esquinas, los días patrios, la cesta básica, las formas de conseguir medicamentos, los viajes, las vacaciones, los héroes, el horario nocturno y los amigos del barrio, que como diría Charlie García pueden y van a desaparecer.

En esta eterna tachadura es necesario hacer el ejercicio de auto-preguntarse las interrogantes básicas del proyecto metodológico: quién es uno, qué hace, por qué lo hace, para qué y cómo. ¿Tiene su vida un sentido real dentro de ese nudo de contingencias, variables y obstáculos que se inaugura en cada mañana del venezolano común? Si se logra contestar unas tres de las inquietudes planteadas pues sí, se le ha ganado al confuso día una buena parte del camino. Si no, no hay que preocuparse demasiado porque de seguro al otro día habrá un contexto completamente distinto, y es posible que las bendiciones del azar lleven su desconcierto hacia el ejercicio de un pequeño lapso próspero y provechoso, aunque con anterioridad se haya sentido como un perfecto inútil.

En las transformaciones de ese atropello instantáneo que vivimos, me preguntaba yo algunas cosas cuando me encontré con la exposición Múltiple/Polígrafa Obra Gráfica que se presenta en Espacio Monitor, galería ubicada en el Centro de Arte Los Galpones. Dirigida por Luis Miguel La Corte y el curador Miguel Miguel, este espacio reciente se ha dedicado a construir una pequeña columna vertebral de exhibiciones de gran calidad, prestando una adecuada atención a la presencia actual de creadores de trayectoria -nacionales e internacionales- que puedan otorgar un agregado pertinente a la formación, el conocimiento y la difusión del arte reciente para el público y los artistas locales. En este caso han invitado a Álvaro Puigdengolas, director actual del Taller Polígrafa Obra Gráfica fundado en Barcelona en el año 1964, con quien consolidaron la selección de un conjunto de piezas diversas que completan un avanzado recorrido por técnicas y estrategias mixtas de la gráfica contemporánea, una muestra de gran profundidad que va de la mano de creadores como León Ferrari, Luis Tomasello, Luis Camnitzer, Francisca Sutil y Antonio Asis, entre otros, junto a un preciado conjunto del maestro Carlos Cruz-Diez. Entrar en la sala de exposiciones es de algún modo revivir impresiones de ese patrimonio que alguna vez nos hizo creer, trabajar y vivir en el arte contemporáneo: una curaduría actual donde las dinámicas de un montaje atento con las intenciones de la obra se insertan en la mirada del espectador, no solo a través del perfecto acabado de los elementos sino de las preguntas que sus relaciones construyen en el espacio. Un diálogo abierto de verdadero aprendizaje.

Tomado de: http://www.el-nacional.com/lorena_gonzalez/estampa-patrimonial_0_609539196.html