Uno de los artistas más relevantes en la escena del arte actual de América Latina es Jose Dávila. Formado como arquitecto y con estudios formales de escultura en Guadalajara, su ciudad natal, este joven mexicano es hoy en día uno de los creadores visuales más destacados de nuestro continente. Con una ascendente trayectoria a nivel internacional, Dávila se posesiona cada vez más con mayor presencia y visibilidad en el exigente, exclusivo y altamente competitivo escenario mundial de las artes.
A través de la diáfana sencillez de los materiales de construcción, del diálogo entre vacíos y llenos, entre las formas y sus espacios, Jose Dávila adelanta un sólido cuerpo de trabajo sobre el carácter ilusorio de la percepción, que le permite discurrir, desmontar ideas entorno al arte y a la arquitectura, a su iconografía, a su historia. Usando la simulación de los elementos del lenguaje minimalista y abstracto para subvertir sus contenidos, los objetos, las fotografías, las estructuras que conforman su obra se presentan como sugestivos vehículos para establecer relaciones entre lo percibido y aquello que entendemos y convenimos en llamar lo escultórico, lo arquitectónico. Las siluetas se insinúan pues como vanos, las presencias como ausencias, las imágenes como discontinuidades de la memoria, los volúmenes como sombras, planos y líneas que en su relación con el espacio nos invitan a imaginar conexiones, a completar sus faltantes y a confrontar con ellos nuestros propios referentes.
En la serie de trabajos fotográficos titulada There but not. 90 obras arquitectónicas emblemáticas de todos los tiempos que según el artista todo ser humano debe ver antes de morir, las estructuras tridimensionales de esas icónicas arquitecturas han sido recortadas y eliminadas de su contexto, creando un vacío que solo deja ver el paisaje alrededor en donde ellas están originalmente situadas, en el cual el espectador puede reconocer su identidad deliberadamente oculta.
Según Costanza De Rogatis, “Jose Dávila se ha interesado de modo sistemático en la dinámica de las formas y su contenido, en la percepción del espacio, de lo ilusorio y lo aparente, valiéndose para ello de la franqueza de variados materiales de construcción que en su simplicidad, dejan al desnudo las características más elementales de la relación que se establece entre los objetos y su entorno, y la participación que como espectadores tenemos en esta interacción”.
MIGUEL GARCÍA, Miguel. (19 y 20 julio, 2014). Jose Dávila. Diario Tal Cual (Año 15), 16-17pp